



Son millonarias las pérdidas que experimenta hoy la isla de Cuba desde un extremo al otro de su territorio y ante la incertidumbre de poder solucionar los desastres, los damnificados esperan la llegada de una ayuda que alivie las enormes carencias. En el Oriente, las provincias de Bayamo y Holguín resultaron las más golpeadas y hay quienes han tenido que relocalizarse en casas de vecinos u otros familiares porque lo perdieron absolutamente todo. En la provincia de Camagüey, la ciudad esta prácticamente el ruinas, en Matanzas, los poblados de alacranes, y Vieja Bermeja permanecen bajo el agua y hacia el extremo occidental hay regiones que permanecen aun completamente incomunicadas por el derribo de arboles y el tendido eléctrico, así como en posibilidades de comunicación telefónica. Ante este panorama tan desolador, los mensajes que se reciben desde cualquier parte de Cuba son llamadas de auxilio para que el mundo ponga su atención en el pueblo que colapsa ante el desastre. Residente de Miami